hígado
masculine nounliversufre del hígado she has a bad liver, she has liver troubleidioms
echar los hígados(informal) to bust a gut (slang)patear el hígado(Southern Cone, informal) la mayonesa me pateó el hígado the mayonnaise made me feel terrible or didn't agree with me (informal)me patea el hígado que hable así it makes me sick to hear him talk like that (informal)ser un hígado(Mexico, informal) to be a pain in the neck (informal)tener mucho hígado(Colombia, Venezuela, informal) to have a lot of gutsse necesita tener mucho hígado para decirle eso it takes (a lot of) guts to say that to himHasta principios del 2020, la enfermedad por hígado graso no alcoholica (EHGNA). En inglés se abrevia este padecimiento como NAFLD. Se sabe que este padecimiento, además de afectar a una cuarta parte de la población mundial, no tiene una terapia farmacológica aprobada. Aunque las farmacoterapias están en desarrollo, las tasas de respuesta en general son modestas ya que las poblacionales estudiadas frecuentemente incluyen a grupos de población heterogenea y con imprecisiones en sus criterios de selección. Se considera que el proceso de daño de esta enfermedad (conocido como patogénesis) involucra a muchos factores y por ello, se dice que es una enfermedad heterogénea. Lo ideal es que al estudiar nuevos fármacos, las poblaciones estudiadas sean más homogeneas. Se considera que a través de los años se han acumulado inexactitudes en la terminología y en las definiciones, que podrían afectar la nomenclatura utilizada en el diseño de los estudios clínicos para evaluar los nuevos agentes terapéuticos. Por ello, se consideró que era fundamental realizar una reevaluación del nombre de esta enfermedad.
Impulsados por el ideal de llegar a un consenso, un grupo de expertos buscó integrar la comprensión actual de la patogénesis y confirmó que la constante en este padecimiento es la alteración metabólica, que permite un mal funcionamiento de los mecanismos de auto-reparación en el organismo afectado. Es decir, existe una franca disfunción metabólica. Se invitó a los expertos a proporcionar sugerencias sobre la mejor terminología que reflejara con mayor precisión las alteraciones metabólicas a tratar y de esa manera ayudar en la estratificación de los pacientes para el tratamiento.
La propuesta fue apenas publicada el pasado 7 de febrero del 2020, en la prestigiosa revista Gastroenterology. Dos de los líderes del proyecto son investigadores de Sydney, Australia. En el grupo de expertos colaboraron destacados especialistas de EEUU, Canadá, Europa así como representas de la Hepatología de todas las regiones del mundo. El Dr. Marco Arrese, de Chile, participó a nombre la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (ALEH). Ojalá y esta iniciativa de cambio de nombre, impulsada por un consenso de expertos, pueda ser interpretada como una nueva esperanza que facilite el diseño de nuevos estudios, que tomen en cuenta el tipo y grado de dinfunción metabólica que presente el paciente (por ejemplo Obesidad, Diabetes, colesterol o trigliceridos elevados) y de esa manera optimizar la eficacia de las futuras terapias.
Referencia
1. Eslam M, Sanyal AJ, George J, on behalf of an international consensus panel, MAFLD: A consensus-driven proposed nomenclature for metabolic associated fatty liver disease, Gastroenterology (2020), doi: //doi.org/10.1053/j.gastro.2019.11.312.
Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo, Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas
La pérdida de la función cerebral ocurre cuando el hígado ya no es capaz de eliminar las toxinas de la sangre. Esto se conoce como encefalopatía hepática (HE, por sus siglas en inglés). El problema puede presentarse repentinamente o puede desarrollarse lentamente con el tiempo.
Causas
Una función importante del hígado es transformar en el cuerpo sustancias tóxicas en inofensivas. Estas sustancias pueden ser producidas por el cuerpo (amoníaco) o puede haber sustancias que usted consume (medicamentos).
Cuando el hígado sufre daño, estos "tóxicos" se pueden acumular en el torrente sanguíneo y afectar la función del sistema nervioso. Esto puede traer como consecuencia una HE.
La HE puede presentarse de manera súbita y usted puede enfermarse muy rápido. Las causas de la HE incluyen:
- Infección por hepatitis A o B (no es común que suceda por esta causa)
- Bloqueo en la irrigación sanguínea al hígado
- Intoxicación por diferentes toxinas o medicamentos
- Estreñimiento
- Sangrado gastrointestinal en la parte superior
Las personas con daño hepático grave, a menudo sufren de HE. El resultado final del daño hepático crónico es la cirrosis. Las causas comunes de daño hepático crónico son:
- Infección severa por hepatitis B o hepatitis C
- Abuso en el consumo del alcohol
- Hepatitis autoinmunitaria
- Trastornos en los conductos biliares
- Algunos medicamentos
- Enfermedad de hígado graso no alcohólica (NAFLD, por sus siglas en inglés) y esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés)
Una vez que usted tiene daño hepático, los episodios de empeoramiento de la función cerebral pueden desencadenarse por:
- Niveles bajos de líquidos en el cuerpo (deshidratación)
- Consumo excesivo de proteína
- Niveles bajos de potasio o sodio
- Sangrado de los intestinos, estómago o esófago
- Infecciones
- Problemas renales
- Niveles bajos de oxígeno en el cuerpo
- Colocación o complicaciones de una derivación
- Cirugía
- Narcóticos para el dolor o sedantes
Los trastornos que pueden parecer similares a la HE incluyen:
- Intoxicación con alcohol
- Abstinencia alcohólica complicada
- Sangrado debajo del cráneo (hematoma subdural)
- Trastorno cerebral causado por la falta de vitamina B1 (síndrome de Wernicke-Korsakoff)
En algunos casos, la HE es un problema a corto plazo que se puede corregir. También puede presentarse como un problema a largo plazo (crónico) a raíz de una enfermedad hepática que empeora con el tiempo.
Síntomas
Los síntomas de HE se clasifican en una escala de grados de 1 a 4. Estos pueden comenzar lentamente y empeorar con el tiempo.
Los síntomas iniciales pueden ser leves e incluir:
- Aliento con olor rancio o dulce
- Cambios en los patrones de sueño
- Cambios en el pensamiento
- Confusión leve
- Olvido
- Cambios de personalidad o estado anímico
- Mala concentración y deficiente capacidad de discernimiento
- Empeoramiento de la escritura a mano o pérdida de otros movimientos pequeños de la mano
Los síntomas graves pueden incluir:
- Movimientos anormales o temblor de manos o brazos
- Agitación, excitación o convulsiones (ocurren en muy pocas ocasiones)
- Desorientación
- Somnolencia o confusión
- Cambios de comportamiento o personalidad
- Mala pronunciación
- Movimientos lentos o perezosos
Las personas con HE pueden resultar inconscientes, no reaccionar y posiblemente entrar en un coma.
Estas personas a menudo no son capaces de cuidarse sin ayuda debido a estos síntomas.
Pruebas y exámenes
Los signos de cambios en el sistema nervioso pueden incluir:
- Temblor de las manos ("temblor de meneo o sacudida") al tratar de sostener los brazos extendidos enfrente del cuerpo y levantar las manos
- Problemas con el pensamiento y con la realización de operaciones mentales
- Signos de enfermedad hepática como ojos y piel amarillos (ictericia), y acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
- Un olor rancio en el aliento y la orina
Los exámenes realizados pueden incluir:
- Conteo sanguíneo completo o hematocrito para verificar si hay anemia
- Tomografía computarizada de la cabeza o resonancia magnética (RM)
- EEG
- Pruebas de la función hepática
- Tiempo de protrombina
- Nivel de amoníaco en suero
- Nivel de sodio en la sangre
- Nivel de potasio en la sangre
- BUN (nitrógeno ureico en la sangre) y creatinina para ver cómo están funcionando los riñones
Tratamiento
El tratamiento de la HE depende de la causa.
Si los cambios en la función cerebral son graves, puede ser necesaria una hospitalización.
- Hay que detener el sangrado gastrointestinal.
- Es necesario tratar las infecciones, la insuficiencia renal y los cambios en los niveles de sodio y potasio.
Se administran medicamentos para ayudar a disminuir el nivel de amoníaco y mejorar la función cerebral. Los medicamentos suministrados pueden incluir:
- La lactulosa para evitar que las bacterias en los intestinos produzcan amoníaco. Puede causar diarrea.
- La neomicina y la rifaximina también reducen la cantidad de amoníaco que se produce en los intestinos.
- Si la HE mejora al tomar rifaximina, debe continuar tomándola indefinidamente.
Usted debe evitar
- Cualquier sedante, tranquilizante y cualquier otro tipo medicamento que sea metabolizado por el hígado
- Los medicamentos que contienen amoníaco (incluso ciertos antiácidos)
Su proveedor de atención médica puede sugerir otros medicamentos y tratamientos. Estos pueden tener resultados variables.
Expectativas (pronóstico)
El desenlace de la HE depende del manejo de la causa. Las formas crónicas del trastorno a menudo siguen empeorando o reapareciendo.
Las primeras dos etapas de la enfermedad tienen un buen pronóstico. Las etapas tres y cuatro tienen un pronóstico poco alentador.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con su proveedor si usted o las personas a su alrededor notan cualquier problema con su estado mental o el funcionamiento del sistema nervioso. Esto es importante para las personas que ya tienen un daño hepático. La HE puede empeorar rápidamente y convertirse en una enfermedad urgente.
Prevención
El tratamiento de los problemas hepáticos puede prevenir la HE. Evitar el alcohol y las drogas intravenosas puede prevenir muchos trastornos hepáticos.
Nombres alternativos
Coma hepático; Encefalopatía - hepática; Encefalopatía hepática; Encefalopatía portosistémica
Referencias
Garcia-Tsao G. Cirrhosis and its sequelae. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 144.
Mehta SS, Fallon MB. Hepatic encephalopathy, hepatorenal syndrome, hepatopulmonary syndrome, and other systemic complications of liver disease. In: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ, eds. Sleisenger and Fordtran's Gastrointestinal and Liver Disease. 11th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2021:chap 94.
Wong MP, Moitra VK. Hepatic encephalopathy. In: Fleisher LA, Roizen MF, Roizen JD, eds. Essence of Anesthesia Practice. 4th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:198-198.
Woreta T, Mezina A. Management of hepatic encephalopathy. In: Cameron AM, Cameron JL, eds. Current Surgical Therapy. 13th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:428-431.
Ultima revisión 7/1/2021
Versión en inglés revisada por: Michael M. Phillips, MD, Emeritus Professor of Medicine, The George Washington University School of Medicine, Washington, DC. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.